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En una plaza que hay muy cerca de mi casa había una librería. Hace un par de semanas me fijé en que en el local estaban montando algo nuevo con un sugerente título, una "Agencia de viajes en el tiempo". Después encontré por la red un artículo y descubrí que se trataba de algo que se ha puesto de moda por estos lares: una pop-up store (algo así como una tienda o local efímero).

Lo ha montado Cafés La Estrella, enmarcada dentro de su campaña Movimiento 1886, que tiene como leitmotiv recuperar las buenas sensaciones, objetos o costumbres que en algún momento fueron habituales, para hacer que nos acompañen para siempre. Cosas tan sencillas y estupendas como andar en bici, jugar a las chapas o comprar en los puestos del mercado.

Lo que han ideado para ello es una programación de unas tres semanas en las que combinan actividades, charlas y talleres sobre cuestiones varias y originales: diseño que perdura, labores tradicionales (¡ganchillo!) o eventos históricos y memorables (la muerte de Chanquete, por ejemplo).

Ayer pasé un poco por casualidad y me encontré con que estaban haciendo un pequeño encuentro sobre café y LatteArt con un barista experto en la materia. Hizo unas cuantas demostraciones en directo de este curioso arte, hasta ahora totalmente desconocido para mí y me dejó bastante impresionada. Ahora toca practicar en casa con la espuma, el cacao y algo de sirope...

Al hilo de esto, ya que la publicidad es parte irremediable de nuestro día a día, yo al menos agradezco que las marcas, además de darse a conocer, me involucren de una forma creativa e interesante. Y agradezco también que, de paso, me inviten a un café.


P.D: Por cierto, la agencia que lleva la campaña es La Despensa.